El aprendiz se convierte en maestro y sus obras ornamentan los templos de Quito hacia 1745.

ARTE COLONIAL QUITEÑO, RENOVADO ENFOQUE Y NUEVOS ACTORES, Carmen Fernández, et al. QUITO, 2007, p. 280

En 1829 figura como maestro batihojas. Era criollo, vecino y natural de Quito. Tenía su taller en una tienda situada bajo el pretil de la Santa Iglesia Catedral.

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A finales de la época colonial, hacia 1822, trabajaba como batihojas en la ciudad de Quito.

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En 1700 aparece como maestro batihojas, Notario del Santo Oficio. Tenía obrador en Quito con guarniciones de oro y trabajaba tirando hilo de plata. Fueron discípulos suyos Jerónimo Bastidas y Diego Rodríguez, quienes le sucedieron en el oficio.

ARTE COLONIAL QUITEÑO, RENOVADO ENFOQUE Y NUEVOS ACTORES, Carmen Fernández, et al. QUITO, 2007, p. 278, 279

Moreno libre, aparece en documentos de 1660 como tirador de oro y plata para sevillaneta. Vivía en Quito y enseñaba su arte desde su propio obrador. Es el primer artesano negro que aparece en Quito.

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Maestro batihojas que figura en 1748, de quien se dice que tenía tienda pública en la ciudad de Quito y era batidor de oro y plata.

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Vecino criollo de Quito, en 1737 aparece como maestro batihojas. Para el año siguiente, Pedro de Artieda y Jurado le entrega a su hijo Vicente como aprendiz, por el término de tres años. Vicente Artieda tenía 14 años y entró al taller de Cabezas mediante pago, como era usual en aquella época.

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Criollo natural de Quito, maestro mayor que ejercía como batihojas en 1748.

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Para 1745 era vecino de la ciudad de Quito, hijo natural de Miguel Sánchez de la Muela y Margarita Chavarría Tellez de Viedma. Se casó con Rafaela de la Cruz y Cevallos y procreó un hijo legítimo, Joaquín de la Muela. Su testamento de donde obtenemos estos datos, está fechado en Quito el 25 de junio de 1745, y apunta que es batihojas, ubicado en una tienda de la acera del palacio viejo de esta plaza Mayor. Tenía dos casas, una en la Ronda y otra en la calle del Mesón. Un pariente político suyo, Pedro León, es también citado en el documento como aprendiz del oficio.

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En 1746 ya se le conocía por su oficio de batihojas. Era criollo y vivía en Quito en la misma época que Legarda, pero muy poco se sabe de su vida. Su nombre aparece en la venta de una casa de Manuel Hinojosa.

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