Nació en Sevilla en 1655, España, hijo del famoso pintor Bartolomé Esteban Murillo y doña Beatriz de Cabrera y Sotomayor, de cuyo matrimonio fue el hijo mayor y el mayorazgo, ya que sus hermanos: Gaspar y Francisca, fueron religiosos y murieron célibes. Llego a Santafé de Bogotá trayendo consigo, probablemente, algunos de los cuadros de su padre. En 1679 fue nombrado Corregidor de Naturales de Ubaque, cargo que desempeñó durante dos años. El 20 de septiembre de 1681 contrajo matrimonio en Bogotá con doña Antonia López Nieto, de la cual nació una hija llamada María. El 8 de junio de 1685 pidió a su hermano Gaspar que intercediera en la Corte Española, para que le otorgasen algún cargo en Santafé de Bogotá. En 1692 trabajó en Tunja. El 14 de mayo de 1700 se estableció en Zipaquirá. El 22 de octubre de 1700 murió en Chía, en la Hacienda de Fagua, que era de su propiedad.

Las obras de don Gabriel Murillo no han sido identificadas hasta ahora. Solo se sabe que poseía varias obras de arte, según consta en el inventario que de sus bienes se hicieron después de su muerte.

Guillermo Hernández de Alba: «Gabriel Murillo». El Hijo del Inmortal sevillano. Teatro del Arte Colonial. Litografía Colombia. Bogotá, 1938.
Guillermo Hernández de Alba: «Descendencia de Murillo». Hojas de Cultura Popular Colombiana, Nº 13, Ministerio de Educación Nacional. Bogotá, enero de 1952.

Nació probablemente en Tunja. Entre 1686 y 1689 hizo por encargo de Fray Agustín Gutiérrez, los ocho relieves con escenas de la vida de la Virgen y del Salvador para la capilla de Nuestra Señora del Rosario en la Iglesia de Santo Domingo en Tunja. Debió morir en Tunja.

El Retablo de la Capilla del Rosario, Tunja

La Capilla del Rosario es una de las obras de arte más interesantes de la ciudad de Tunja. El retablo se debe al escultor José de Sandoval y los dorados y estofados son de Diego de Rojas, quien también trabajó en Santafé de Bogotá.

Guillermo Hernández de Alba: «Arte Hispánico en Colombia». Edición de la Dirección de Información y Propaganda del Estado. Bogotá, 1955.
Santiago Sebastián: «Álbum de Arte Colonial de Tunja». Impreso en los talleres de la Imprenta Departamental. Tunja, 1963.

Se ignora el lugar de su nacimiento. En 1682 pintó el óleo de la Predicación de San Francisco Javier, para la iglesia de San Laureano en Tunja. También ejecutó en la Catedral de Bogotá: El Juicio Universal, El Descendimiento (Capilla de la Soledad), La Sepultura del Señor (Capilla de la Soledad). Debió morir en Tunja en donde trabajó por algún tiempo.

Gabriel Giraldo Jaramillo: «La Pintura en Colombia». Fondo de Cultura Económica. México, 1948. Juan Crisóstomo García: «La Arquitectura en Bogotá». Guía de la Catedral. Iniciación de una Guía de Arte Colombiano, publicada por la Academia Nacional de Bellas Artes. Bogotá, 1934.

Se ignora el lugar de su nacimiento. En 1567 se comprometió a construir la Catedral de Tunja por la suma de $ 600 pesos. Esta obra se la arrebató a Pedro Sosa, quien la había contratado por $ 800. Para 1574 terminó la construcción de la Catedral, razón por la cual se hizo el traslado solemne del Santísimo Sacramento. Debió morir en Tunja.

Catedral de Tunja, Colombia

Enrique Marco Dorta: «Las Catedrales de Colombia». Capítulo XII, Tomo I, pp. 550-554 de la Historia del Arte Hispano-Americano de Diego Angulo Iñiguez. Salvat Editores. Barcelona, 1955.
Guillermo Hernández de Alba: «Arte Hispánico en Colombia». Dirección de Información y Propaganda del Estado. Bogotá, 1955.

Retrato de fray Pedro BedónNació en 1556 en Quito,  hijo del español Pedro Bedón y la criolla Juana Díaz de Pineda. En 1568 profesó en el convento de Santo Domingo. En el año de 1576 fue a Lima, Perú, para graduarse en la Universidad. Allí recibió clases de pintura, del maestro Mateo Pérez de Alesio. Regresó a Quito en 1585.

Hacia 1590 llegó al Nuevo Reino de Granada y se estableció en Santafé de Bogotá. Ayudó al Presidente don Antonio González a implantar el impuesto de tres alcábalas. En 1593 viajó a Tunja. En 1594 asistió a un cabildo abierto en Tunja en donde manifestó que obligaba en conciencia el pago de las contribuciones. Hacia 1596 fundó la Cofradía de Nuestra Señora del Rósario, e inició la construcción de la capilla del Rosario, cuyo retablo le fue encargado a José de Sandoval. Pintó el refectorio del convento de Tunja. En 1598 tomó parte en el Capítulo Provincial de Popayán.

Hacia 1599 regresó a Quito en donde continuó con su labor pictórica y apostólica. En 1600 pintó para la Recolecta dominicana, varios frescos con escenas de la vida del Beato Enrique Susón (hoy desaparecidos) y en la pared del descanso de la escalera principal del convento, una imagen de la Virgen del Rosario, que fue luego trasladada a una capilla de la iglesia de Santo Domingo. Esta se conoce con el nombre de la Virgen de la Escalera. En 1621 pintó en miniatura los libros del coro del convento de Santo Domingo. Muere en Quito en 1621.

Gabriel Giraldo Jaramillo: «La Pintura en Colombia». Fondo de Cultura Económica, México, 1948.

Virgen de la Escalera - fray Pedro Bedón

Virgen de las Lajas - fray Pedro Bedón

Iglesia de San Ignacio, Tunja, ColombiaLa iglesia de San Ignacio o de La Compañía forma parte del convento jesuítico. Esta orden estaba ya en Tunja hacia 1611 y fue el rector el P. José de la Tobalina, quién comenzó las obras de la iglesia. La iglesia es de una sola nave, crucero y presbiterio de fondo plano. A los lados aparecen otras dos naves más bajas que comunican con la principal por arcos abiertos en el muro portante. La construcción fue restaurada recientemente y perdió parte de su carácter original. Sin embargo, queda preservada la portada angosta, alta, que consiste en un arco de medio punto flanqueado de columnas anilladas sobre pedestal. Encima de un entablamento reducido se levanta un agudo frontón rematado por pirámides con bolas, de origen herreriano.

Historia del Arte Colonial Sudamericano, Damián Bayón et. al, Ediciones Polígrafa, 1989, p. 260

Convento e Iglesia de San Francisco, Tunja, ColombiaEn 1550 fue fundado el convento franciscano, cuarenta años más tarde comenzarían las obras que durarían hasta el primer cuarto del siglo XVII. La iglesia es de nave única, a la que se le han ido agregando capillas posteriores. Posee un arco de triunfo en medio punto que separa el presbiterio del resto del templo. En el interior, aparte de algunos retablos valiosos, se conserva uno de los artesonados mudéjares más interesantes de la región. El claustro llevaba en su planta baja arcos de medio punto peraltados, y en la planta alta, arcos rebajados sobre columnas. Lamentablemente este claustro desapareció en gran parte por la construcción de un hotel de turismo. La fachada tiene un muro blanco de cal sobre el que se destaca una portada de piedra de gusto renacentista, decorada con algunas puntas de diamante.

Historia del Arte Colonial Sudamericano, Damián Bayón et. al, Ediciones Polígrafa, 1989, p. 259

Catedral de Tunja, ColombiaTunja fue fundada en 1539, un año después ya contaba con Iglesia Mayor de madera y paja, misma que se quemó en 1554. Se decidió entonces construir otra que fue habilitada veinte años más tarde. Las obras de cantería y albañilería fueron hechas por Pedro de Sosa, y la carpintería por Francisco de Abril. Francisco murió en 1572, y las obras fueron terminadas por Bartolomé Moya. Se hizo un templo de tres naves, siete tramos de profundidad, un prebiterio y varias capillas agregadas con el tiempo. Las naves están separadas por pilares góticos recubiertas hoy por un estuco que los transforma en columnas clásicas desproporcionadas. En 1598 se le dotó de una magnifica portada realizada por Bartolomé Carrión en estilo clásico, y con detalles finamente labrados en piedra. Obedece al esquema de un pequeño arco de triunfo romano. En 1600 se presenta un memorial para recaudar fondos para ejecutar la torre y de paso ampliar la capilla mayor que era pequeña y oscura. Se hizo quedando el antiguo presbiterio como crucero. La techumbre de la nave consiste en una armadura de par y nudillo que disimula un cielorraso. Algunos agregados datan de 1880 cuando la construcción fue promovida a Catedral. El prebiterio tiene además un artesonado mudéjar que es notable; tiene además una hermosa sillería del coro, realizada por los entalladores Francisco Velázquez y Amador Pérez.

Historia del Arte Colonial Sudamericano, Damián Bayón et. al, Ediciones Polígrafa, 1989, p. 259

http://maps.google.com/maps?hl=es&ie=UTF8&q=Catedral+de+Tunja,+Colombia&fb=1&hq=Catedral&hnear=Tunja,+Boyac%C3%A1,+Colombia&view=map&cid=16841569952206545259&ll=5.533636,-73.361292&spn=0.006295,0.006295&output=embed

Convento e Iglesia de San Agustín, Tunja. ColombiaLos agustinos aparecieron en Tunja a partir de 1568, ya en 1603 las obras de su iglesia y convento quedaron terminadas. Durante años fue convertido en casa de reclusión, lo cual hizo que el convento se encontrará en muy mala condición. En 1979 se trabajó para restituirlo en sus aspecto original. El hermoso claustro consta de arcos de medio punto en ambos niveles; los arcos van subrayados por tres molduras concéntricas que les sirven de cejas. La comunicación entre ambos niveles se lleva a cabo por una escalinata que se bifurca en dos rampas al llegar al primer piso. Los muros del edificio son de mampostería y tapiería alcanzando un espesor descomunal. La facha de la iglesia quedó mucho tiempo oculta por construcciones adventicias. Su característica más interesante es un esbelta espadaña con cuatro aberturas en formas de arco de medio punto. Actualmente el convento esta destinado al área cultural, administrada por el Banco de la República, biblioteca, lecturas, talleres y demás eventos enmarcan los corredores del antiguo convento, al igual que los calabozos que en su tiempo sirvieron como cárcel.

Historia del Arte Colonial Sudamericano, Damián Bayón et. al, Ediciones Polígrafa, 1989, p. 260

Nació probablemente en Tunja. Entre 1686 y 1689 trabajó en el ensamblaje del retablo de la Capilla del Rosario en Tunja. Esta obra fue ejecutada por encargo de Fray Agustín Gutiérrez. El retablo de la capilla del Rosario de Tunja es una de las obras de arte más hermosas que conserva actualmente la vieja ciudad colonial. Los relieves se debieron a Lorenzo de Lugo y el dorado a Diego de Rojas. Es probable que este artista muriera en la misma ciudad.

Guillermo Hernández de Alba: «Arte Hispánico en Colombia». Edición de la Dirección de Información y Propaganda del Estado. Bogotá 1955.
Enrique Marco Dorta: «Retablos del siglo XVIII». Capítulo V, Tomo III, p. 267 de la Historia del Arte Hispano Americano de Diego Angulo Iñiguez. Salvat Editores, Barcelona, 1956.
Santiago Sebastián: «Album de Arte Colonial de Tunja». Imprenta Departamental. Tunja, 1963

El Retablo de la Capilla del Rosario, Tunja