Beneficencia


Hospital de San Juan de Dios, PanamáEl Hospital de San Juan de Dios era un enorme edificio de ladrillos y cal y canto que miraba a la calle de La Carrera, con grandes ventanas en sus lados este y oeste, destinado a asilar a los soldados y a la muchedumbre que rodaba por la ciudad en busca de aventuras y de fortuna en las Américas.

Había sido fundado originalmente en el siglo XVI con el nombre de Hospital de San Sebastián . Desde el año 1575 era administrado por el Cabildo, con un síndico nombrado por la Real Audiencia, pero las dificultades administrativas eran tan grandes que las autoridades llamaron a los Frailes Hospitalarios de la Orden de San Juan de Dios. En 1628 esta orden se hizo cargo del Hospital y continuó con él hasta cuando Morgan saqueó la ciudad.

220 Años del Periódo Colonial en Panamá, Rubén D. Carles, Panamá R. de P., 1969, p. 18

El monumento desapareció hace algunos años. Encontramos en Madrid que el 18 de mayo de 1553, el Monarca ordenó que se construya el edificio para el Hospital en la parte de la ciudad de México que más conviniera, esta es la primera noticia que sobre este hospital, ya que la fecha exacta de su fundación no se ha ubicado. La segunda Ordenanza, fechada en Valladolid, el 12 de septiembre de 1556, dispone que se den otros dos mil ducados para la terminación de la obra del edificio, puesto que el Virrey de Nueva España, don Luis de Velasco, había avisado a la Corte que se necesitaba ampliar la partida de la construcción. El Hospital se ubicó a espaldas del convento de San Francisco y contiguo al Real Colegio de Niños Estudiantes de San Juan de Letrán.

Ubicación del Hospital Real de Indios

Para la asistencia de los naturales el Hospital contaba con una botica. Tenía además ocho salas de enfermería, de bastante capacidad; unas estaban separadas para los enfermos de hidrofobia y otras destinadas a convalecientes. En el patio o corral del Hospital se ubicaba un teatro de madera. Este teatro fue consumido por el fuego el 20 de enero de 1722, haciendo grandes estragos al edificio. La reedificación duró cinco años para la cual contribuyó Felipe V.

Se resolvió levantar otro teatro en un sitio aparte en 1725, ubicándolo en el callejón que se llamaba del Espíritu Santo. Esta construcción se debilitó rápidamente y en 1753 se reconstruyó de cantería, dando a la calle que actualmente conocemos como Bolívar.

Después de diversas diligencias, por Real Decreto del 16 de marzo de 1768, quedó establecida en el Hospital la Academia de Anatomía, el 20 de marzo del mismo año se estableció un curso de cirugía, el cual se inauguró el 3 de febrero de 1770.

El Hospital fue decayendo poco a poco hasta que el 21 de febrero de 1822 quedo suprimido definitivamente. Otro decreto del 11 de octubre de 1824 hizo que los bienes pasaran a manos de la Escuela de Agricultura. Luego el edificio fue convertido en fábrica de hilados, después en imprenta, y después vendido por gobierno, desapareciendo todo excepto la iglesia, dando lugar a casas particulares. El Hospital de los Indios de los últimos años había perdido todo interés arquitectónico, puesto que su fachada se había vuelto común, sólo conservamos su esplendor por medio de los planos del Archivo de Indias de Sevilla. El edificio fue demolido en 1935 como parte de los proyectos de modernización de las calles de la ciudad. Por tres  siglos formó parte de la historia de México.

Plano del Hospital Real de Indios

Planta Alta del Hospital Real de Indios

Hospital Real de Indios

Arte Colonial en México, Manuel Toussaint, UNAM, 1962, p. 160
Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas, FERNANDEZ, JUSTINO, EL HOSPITAL REAL DE INDIOS DE LA CIUDAD DE MEXICO, 1939, vol. II, núm. 3, pp. 25-47

Hospital de Santa Barbara, Sucre, BoliviaEl hospital fue fundado en 1554, por Bartolomé Hernández, quién lo consagró a esa santa, aunque se le conozca también bajo la advocación de San Juan de Dios, ya que los religiosos de esa orden se hicieron cargo de él en 1663. A pesar de las modificaciones que sufrió en 1887 en estilo neogótico, el edificio sigue conservando su antigua planta en tau y su magnifica portada. Sobre un muro almohadillado se destaca la portada de medio punto de buena proporción. La rodean dos pares de columnas exentas sobre alto pedestal que corresponden a pilastras sobre la pared, al modo clásico. El frontis va quebrado para dejar paso a una horcacina. Es considerada por algunos como la mejor obra y la más europea de Sucre.

Historia del Arte Colonial Sudamericano, Damián Bayón et. al, Ediciones Polígrafa, 1989, p. 276