Indio del pueblo del Quinche, del ayullu de don Timoteo Tacuri, maestro cantero. En 1664 contrata con el hermano jesuita Marcos Guerra, arquitecto y artífice de la iglesia de la Compañía, para realizar “una portada de piedra” para el colegio de los jesuitas. Los conventuales le daban el almuerzo y la merienda, y la obra debía concluirse en marzo de 1665.
El trabajo de Aulis, primorosamente acabado, sobrio y elegante, puede admirarse todavía en el presente. Se considera que la portada del Colegio de los jesuitas, junto con la de las conceptas y la del Carmen Bajo, son de las más elegantes que se levantaron en Quito.
ARTE COLONIAL QUITEÑO, RENOVADO ENFOQUE Y NUEVOS ACTORES, Carmen Fernández, et al. QUITO, 2007, p. 201, 202