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Maestro cantero indígena, natural y afincado en el pueblo de Chillogallo, que para 1616 residía en la Villa del Villar Don Pardo. Hace un concierto el 21 de abril de 1616  con Joan de Quirós cura beneficiado de la Santa Iglesia Parroquial del señor San Pedro para labrar las piedras de las paredes de la Capilla Mayor de dicha Iglesia Mayor. El trabajo de cantería quedó concluido en 1620. Su aguja delantera, con el primor de su labrado, fue trasladada después a la planta de la ciudad nueva de Riobamba. Maycincho, al parecer, se estableció en esa ciudad y fue el autor de los trabajos en piedra de diversos edificios eclesiásticos. Es probable que este artista de la piedra haya sido contemporáneo y, tal vez, discípulo de Juan Benítez Cañar.

ARTE COLONIAL QUITEÑO, RENOVADO ENFOQUE Y NUEVOS ACTORES, Carmen Fernández, et al. QUITO, 2007, p. 200

Nació en Sevilla en 1655, España, hijo del famoso pintor Bartolomé Esteban Murillo y doña Beatriz de Cabrera y Sotomayor, de cuyo matrimonio fue el hijo mayor y el mayorazgo, ya que sus hermanos: Gaspar y Francisca, fueron religiosos y murieron célibes. Llego a Santafé de Bogotá trayendo consigo, probablemente, algunos de los cuadros de su padre. En 1679 fue nombrado Corregidor de Naturales de Ubaque, cargo que desempeñó durante dos años. El 20 de septiembre de 1681 contrajo matrimonio en Bogotá con doña Antonia López Nieto, de la cual nació una hija llamada María. El 8 de junio de 1685 pidió a su hermano Gaspar que intercediera en la Corte Española, para que le otorgasen algún cargo en Santafé de Bogotá. En 1692 trabajó en Tunja. El 14 de mayo de 1700 se estableció en Zipaquirá. El 22 de octubre de 1700 murió en Chía, en la Hacienda de Fagua, que era de su propiedad.

Las obras de don Gabriel Murillo no han sido identificadas hasta ahora. Solo se sabe que poseía varias obras de arte, según consta en el inventario que de sus bienes se hicieron después de su muerte.

Guillermo Hernández de Alba: «Gabriel Murillo». El Hijo del Inmortal sevillano. Teatro del Arte Colonial. Litografía Colombia. Bogotá, 1938.
Guillermo Hernández de Alba: «Descendencia de Murillo». Hojas de Cultura Popular Colombiana, Nº 13, Ministerio de Educación Nacional. Bogotá, enero de 1952.

Pintor mestizo, natural de Riobamba. Se comprometió el 19 de enero de 1630 a trabajar doce cuadros para un retablo el Altar Mayor de la iglesia del Convento de los agustinos. El pintor debía presentarse en el convento durante el tiempo que durase la obra, e iba a recibir tres pesos de salario en cada día. Su contrato lo había suscrito con el padre Juan de Escobar. Uno de sus cuadros notables es el titulado La Anunciación.

ARTE COLONIAL QUITEÑO, RENOVADO ENFOQUE Y NUEVOS ACTORES, Carmen Fernández, et al. QUITO, 2007, p. 222, 223

Nació en 1755 en Santafé de Bogotá, hijo de Francisco Benito de Miranda y doña Francisca Josefa Prieto. Aprendió el oficio en el taller de su padre. En 1769 entró como aprendiz a la Casa de Moneda. En ese año contrajo matrimonio con doña Marina Duarte, de quien tuvo una hija. En 1777 fue nombrado Oficial Segundo Tallador por Real Orden del 12 de abril. En 1800 fue pensionado con $ 1.000 de sueldo anual por Real Orden del 9 de marzo. Entre 1810 y 1819 no quiso participar en las guerras de independencia y prefirió retirarse a una hacienda en el campo. En 1817 pidió a las autoridades españolas que se le restituyera la pensión que le había sido reducida por el Gobierno Patriota.

Gabriel Giraldo Jaramillo: «El Grabado en Colombia». Editorial A. B. C. Bogotá, 1960. pp. 102-103.

Retrato de Francisco Javier MatisNació en octubre de 1774 en Guaduas. El 15 de diciembre de 1783 conoció al Sabio Mutis, quien lo envió a Mariquita para que fuera incorporado a la Expedición Botánica. Entre 1783 y 1816 trabajó en la Expedición Botánica. Se especializó en el dibujo de las anatomías o detalles de las flores llegando a ser no sólo uno de los mejores pintores de la Expedición sino también un gran botánico. A él se le debe el descubrimiento del «Guaco», eficaz antídoto contra el veneno de las culebras.

Entre 1794 y 1798 estuvo herborizando en Muzo, los montes de La Mesa, Fusagasugá, Tocaima, Cunday y Tena. En 1816 sirvió como soldado raso en la guerra de independencia. En 1819 radicó en Bogotá en donde ejerció gratuitamente la profesión de médico y dio clases de botánica y de pintura. Entre sus discípulos figuraron Manuel M. Quijano, Acosta, Francisco Bayón y Triana. Entre 1820 y 1821 fue profesor del sacerdote Juan María Céspedes a quien trasmitió muchos de los conocimientos de la Expedición. En 1825 fue comisionado, junto con don Juan María Céspedes, por el gobierno nacional para que se dirigiera al Valle de San Agustín, Huila, a investigar la antigua civilización de San Agustín. En 1850 el gobierno del General José Hilario López le concedió una pensión, para ayudarlo a salir de la miseria en la que había quedado por dedicarle todos sus esfuerzos a la ciencia. El 5 de noviembre de 1851 murió en Bogotá.

Los dibujos y pinturas identificados como de Matis, dentro de la gran obra de la Expedición Botánica, llegan a 216 láminas firmadas y 70 dibujos que también se sabe que son suyos. La mayoría de ellos son musgos y van en color.

psicotria Div_III1234 - Francisco Javier Matis

Lorenzo Uribe Uribe, S. J.: «Los Maestros Pintores». Capítulo XXXI, Tomo I de la Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada. Ediciones Cultura Hispánica. Madrid, 1954.

Nació en Salamanca, España, hijo de don Antonio Benito de Miranda y de doña Agueda Rodríguez. Se casó con doña Josefa Rodríguez Argüello, de la cual enviudó al poco tiempo. Se casó por segunda vez con doña Francisca Josefa Prieto, oriunda de Salamanca. Estudió grabado en España y allí trabajó en esta profesión por más de nueve años. El 30 de noviembre de 1751,  fue designado, por Real Orden, Segundo Tallador de la Casa de Moneda de Santafé de Bogotá. En 1752 llegó a Santafé de Bogotá acompañado de José Martín Carpintero, Primer Grabador de la Casa de Moneda, y de su segunda esposa. En 1755 nació su hijo don Tomás Benito de Miranda, quien luego habría de ayudar a su padre con el oficio de la Casa de Moneda. En 1777 fue designado para dirigir una escuela de Dibujo que debía funcionar en San Carlos. En 1782 ejecutó una talla en cobre, firmada y fechada, que representa a la Virgen María vestida de pastora. Esta es la talla más antigua que se conoce en Colombia. Este grabado fue dedicado al Arzobispo Virrey don Antonio Caballero y Góngora. En 1791 ejecutó otro grabado en cobre de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá, por encargo del Virrey Ezpeleta. El 15 de octubre de 1793 murió en Santafé de Bogotá.

Gabriel Giraldo Jaramillo: «El Grabado en Colombia». Editorial A. B. C. Bogotá, 1960. pp. 97-104.

Nació en Alburquerque. Extremadura, España. Fue aparejador del Muelle de Málaga. Llegó al Nuevo Reino de Granada y construyó a destajo buena parte de las fortificaciones de Cartagena. En 1628 hizo los Planos del Colegio de la Compañía de Jesús y de la Iglesia de San Pedro Claver. Ese mismo año le fue prohibido por el Ingeniero Militar Cristóbal de Roda el trazar otras obras. Por lo cual en agosto pidió al rey de España permiso para «Poder inventar trazas y construir todas las obras que se le encargasen en América». En 1639 concertó la obra del castillo de San Felipe de Barajas con el gobernador Melchor Aguilera, pero la construcción sólo se pudo realizar en 1656 bajo la dirección de Gaspar Mejía.

Enrique Marco Dorta: «Cartagena de Indias. La Ciudad y sus Monumentos». Escuela de Estudios Hispanoamericanos de Sevilla. Sevilla, 1951.

Ignoramos el lugar de su nacimiento. Fue maestro mayor de las fortificaciones de Cartagena. Entre 1656 y 1657 dirigió las obras del Fuerte de San Felipe de Barajas, construido por orden del gobernador de la ciudad Don Pedro Zapata de Mendoza, con planos del ingeniero holandés Ricardo Carr. En 1667 murió en Cartagena y fue reemplazado por el cantero y albañil Andrés de Herrera.

uerte de San Felipe de Barajas

Nació en España. En 1741 fue nombrado Ingeniero Director de las fortificaciones de Cartagena. El 29 de noviembre de 1742 llegó a Cartagena y después de inspeccionar las fortificaciones, comenzó a trabajar en un proyecto general de reconstrucción y reparación de todas las fortalezas. Recorrió, junto con el Ingeniero Desnaux, el canal de Bocachica y determinó la manera de fortificarlo, y de construir un castillo ciudadela con almacenes a prueba de bombas en donde pudiesen poner los comerciantes en resguardo sus mercancías en caso de sitio.

En 1743 recomendó y ejecutó la construcción del Fuerte de San Sebastián. En 1743 pasó a Portobelo para disponer un proyecto de fortificación de aquella plaza según se lo había encargado el Virrey. En 1744 regresó a Cartagena y elaboró el mapa de la Bahía de la ciudad, la Ciénaga de Tesca y la Costa desde Barú hasta la Punta Canoa. En 1751 reparó el baluarte de San José que estaba arruinado. En este año se enfermó de gravedad. El 28 de abril de 1752 murió en Cartagena.

Enrique Marco Dorta: «Cartagena de Indias». Publicaciones de la Escuela de Estudios Hispano-Americanos de Sevilla. Sevilla, 1951. pp. 161-166, 171-174, 254-256.

San Sebastian del Pastelillo

Para 1745 era vecino de la ciudad de Quito, hijo natural de Miguel Sánchez de la Muela y Margarita Chavarría Tellez de Viedma. Se casó con Rafaela de la Cruz y Cevallos y procreó un hijo legítimo, Joaquín de la Muela. Su testamento de donde obtenemos estos datos, está fechado en Quito el 25 de junio de 1745, y apunta que es batihojas, ubicado en una tienda de la acera del palacio viejo de esta plaza Mayor. Tenía dos casas, una en la Ronda y otra en la calle del Mesón. Un pariente político suyo, Pedro León, es también citado en el documento como aprendiz del oficio.

ARTE COLONIAL QUITEÑO, RENOVADO ENFOQUE Y NUEVOS ACTORES, Carmen Fernández, et al. QUITO, 2007, p. 280

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